07/12/2025
Las pruebas genéticas podrían anticipar insuficiencia cardíaca en niños con miocarditis, según un estudio
Fuente: telam
Una investigación en los Estados Unidos y Canadá sugiere que analizar el ADN de los pequeños con inflamación cardíaca permite detectar a tiempo a quienes necesitan controles especiales. Cómo facilitaría el acceso a los tratamientos personalizados y evitaría complicaciones
>La Un nuevo estudio, publicado en la revista El equipo analizó a treinta y dos niños con miocardiopatía dilatada después de la miocarditis.
Esta enfermedad hace que la principal cámara de bombeo del corazón se agrande y se haga más débil, por lo que el corazón pierde fuerza y no puede abastecer bien de sangre al cuerpo. En estos niños, el 34,4% tenía una variante genética vinculada a la miocardiopatía dilatada. En el grupo de niños sanos, solo el 6,3% presentaba esa misma variante.El estudio se apoyó en los registros del Registro Pediátrico de Miocardiopatías, que reúne información de niños atendidos en hospitales de Estados Unidos y Canadá.
Así, el análisis permitió comparar diferentes realidades y entender mejor a qué pacientes hay que prestar especial atención.
El equipo científico comprobó que la mayoría de los pequeños superan resfriados y otras infecciones virales varias veces durante la infancia, pero solo unos pocos desarrollan problemas graves en el corazón. Esta disparidad llevó a buscar explicaciones más allá de los virus.
El doctor Steven Lipshultz, profesor de la Facultad Jacobs de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Buffalo, propuso el concepto de “doble golpe”. Un niño nace con una mutación genética que debilita el músculo cardíaco: ese es el primer golpe y puede estar presente sin dar síntomas.Quienes tienen la variante genética patológica tienen menos reservas para hacer frente a ese desafío y corren más riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca.
El análisis reveló que esas mutaciones aparecen mucho más seguido en niños internados por insuficiencia cardíaca tras una miocarditis que en los otros grupos de control. Estas variantes reducen la capacidad del corazón para soportar el estrés y aumentan la posibilidad de que ocurran complicaciones graves, incluso la muerte súbita si el niño enfrenta nuevos episodios de inflamación cardíaca.
