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27/10/2024

Las cinco plantas carnívoras más asombrosas y cómo tenerlas en casa

Fuente: telam

Estas depredadoras vegetales intrigaron a los amantes de la naturaleza durante siglos con sus trampas letales y su capacidad para devorar insectos. Más allá de su apariencia exótica, aprender a cuidarlas requiere seguir algunos consejos clave

>Las plantas carnívoras: curiosidad renovada y el cuidado en casa

    Lo esencial: gracias a su sorprendente forma de obtener nutrientes, las plantas carnívoras atraen cada vez más curiosos y entusiastas. Ejemplares como la Venus atrapamoscas y la Nepenthes han evolucionado en suelos pobres en nutrientes, y desarrollaron mecanismos como trampas adhesivas y jarras digestivas para captar presas. Aunque su cuidado es específico, requieren solo luz solar, ambiente húmedo y agua sin minerales para prosperar. Estas plantas son también un método natural de control de insectos en el hogar, lo que aumenta su atractivo como opción de jardinería.

    Por qué importa: la fascinación por las plantas carnívoras va en aumento por su aspecto exótico y su efectividad como “depredadoras”.

      Las Entre las más asombrosas destacan la Venus atrapamoscas o Dionea atrapamoscas (Dionaea muscipula), famosa por sus rápidas trampas que se cierran al menor contacto de presas vivas, como moscas y arácnidos; la Sarracenia (Sarracenia), con sus llamativas trompetas que atraen y atrapan insectos; la Nepenthes (Nepenthaceae), que utiliza sus jarras colgantes para digerir presas de mayor tamaño; la Drosera, también conocida como rocío del sol (Droseraceae), cubierta de tentáculos pegajosos que inmovilizan a sus víctimas, y la Pinguicula, cuyas hojas pegajosas funcionan como trampa para pequeños insectos.

      Las plantas carnívoras son un grupo de plantas que, a diferencia de la mayoría, obtienen parte de sus nutrientes atrapando y digiriendo animales pequeños, principalmente insectos. Esta adaptación única se desarrolló como una respuesta evolutiva a los suelos pobres en nutrientes, donde no pueden obtener suficientes minerales esenciales. Según un Estas especies fascinan porque tienen diferentes tipos de mecanismos de captura, que incluyen trampas adhesivas, de caída y de succión. Estas trampas no solo capturan a sus presas, sino que las digieren a través de enzimas secretadas por glándulas especializadas o, en algunos casos, mediante la ayuda de microorganismos.

      Según explica la experta, durante mucho tiempo se creyó que las plantas carnívoras utilizaban sus secreciones pegajosas como un mecanismo de defensa para evitar que los insectos las dañaran al succionar su savia o transmitirles enfermedades.

      Sin embargo, Charles Darwin fue quien descubrió que estas plantas no buscaban defenderse, sino que en realidad atraían a los insectos con el fin de alimentarse de ellos. Este hallazgo de Darwin marcó un punto clave en el entendimiento y la fascinación por estas plantas únicas.

      La Venus atrapamoscas es, sin duda, la planta carnívora más icónica y más rápidas para atrapar a sus presas. Sus hojas modificadas actúan como mandíbulas que se cierran rápidamente al detectar el más leve contacto de un insecto cuando tocan sus pelos sensoriales.

      “La velocidad y precisión de la trampa es uno de los fenómenos más asombrosos de la naturaleza”, afirmó el botánico británico Charles Clarke, reconocido ecólogo y botánico de la Universidad Monash en Malasia, distinguido por sus estudios sobre plantas carnívoras en Asia. ¿Por qué? Porque estas plantas devoradoras cierran sus trampas en un tiempo aproximado de 0,1 a 0,3 segundos tras el contacto de su presa, lo que la convierte en una de las plantas carnívoras más rápidas. Este cierre es desencadenado cuando los insectos tocan al menos dos de los pelos sensoriales de la planta dentro de un intervalo de unos 20 segundos.

      Conocida por sus elegantes trompetas llenas de néctar, la Sarracenia utiliza sus hojas en forma de jarra para atrapar insectos que, una vez dentro, no pueden escapar por la estructura resbaladiza de la planta. Allí, los jugos digestivos descomponen la presa para que la planta absorba los nutrientes.

      Según los investigadores, las diferentes especies de Sarracenia emiten olores únicos que atraen a insectos como abejas, polillas u hormigas, según su composición química, lo que influye en su dieta. Este hallazgo explica cómo el olor desempeña un papel clave en la captura de presas, complementando las características físicas de las plantas.

      La Nepenthes, famosa por sus jarras colgantes, es capaz de atrapar insectos más grandes, como saltamontes, avispas, y en algunos casos, incluso pequeños vertebrados como ranas o ratones. Las jarras de esta planta contienen un líquido digestivo donde las presas caen y se descomponen lentamente. Esta planta tropical necesita altos niveles de humedad, por lo que es perfecta para invernaderos o terrarios.

      Clarke también estudió gran parte de su carrera a esta especie de plantas carnívoras: las Nepenthes de Borneo. Publicó uno de los libros emblemáticos sobre el tema, como Nepenthes of Borneo (1997), y sobre ellas señala que no solo capturan presas para obtener nutrientes en suelos pobres, sino que algunas especies también desarrollan relaciones ecológicas únicas, como ofrecer refugio a murciélagos y otros animales en sus trampas.

      La Drosera atrapa a sus presas con pequeñas gotas pegajosas que cubren sus tentáculos. Cuando un insecto queda atrapado, la planta lo envuelve lentamente para digerirlo.

      Según Barry Rice, especialista en plantas carnívoras y autor de Growing Carnivorous Plants, la Drosera es una de las mejores opciones para principiantes. En casa, debe recibir luz indirecta y mantenerse en un sustrato húmedo compuesto de turba y arena.

      La Pinguicula es una planta que se caracteriza por sus hojas pegajosas, que atraen y atrapan pequeños insectos voladores como moscas, mosquitos y pulgones.

      “Las Pinguicula tienen trampas semi-activas. Sus hojas están repletas de mucílago (gotitas pegajosas) que, cuando una presa toca esta sustancia se queda adherida y luego las hojas se van enroscando alrededor de la presa hasta inmovilizarla por completo”, explica Smolko.

      Para quienes se inician en el mundo de las plantas carnívoras, es importante tener en cuenta que estas especies requieren cuidados específicos. “Como siempre con las plantas, para saber cómo cuidarlas, es necesario conocer dónde y cómo viven en su hábitat natural y deberemos tener en cuenta las condiciones de luz (ubicación), sustrato, y riego”, señala Smolko.

      El sustrato ideal debe ser pobre, ligeramente ácido y capaz de retener agua sin compactar las raíces. La turba rubia de buena calidad, con un pH entre 2,5 y 3,5, mezclada con perlita o vermiculita para aireación, es la opción recomendada, sin otros aditivos.

      Aquí, más consejos:

        “Las plantas carnívoras que podemos cultivar en casa no son peligrosas ni para el ser humano (niños o adultos) ni para los animales domésticos”, explica Smolko, y suma: “Son totalmente inofensivas, e incluso pueden ser un gran aliado como “insecticidas” contra mosquitas y otros insectos del hogar”.

        En esta línea, Smolko aporta que el sistema digestivo de estas depredadoras vegetales “puede demorar días o semanas en digerir un insecto, con lo cual el contacto por un corto tiempo con sus enzimas digestivas no representa un riesgo”.

        Fuente: telam

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