07/02/2025
Belle Gibson: la influencer que engañó al mundo con un falso cáncer y sigue sin pagar por su fraude

Fuente: telam
Prometió recetas que salvaban vidas, pero su diagnostico resultó ser una falsedad. Cómo su caso conmocionó a la industria tecnológica y editorial, informa Vanity Fair
>En 2014, Belle Gibson era una de las figuras más influyentes en la industria del bienestar en Su historia de lucha contra un supuesto Su aplicación The Whole Pantry fue un éxito arrollador, atrayendo a cientos de miles de seguidores en Pero detrás de su imagen de superviviente y emprendedora, se escondía una mentira: nunca tuvo cáncer.
El fraude de Gibson fue expuesto por periodistas del Sydney Morning Herald, lo que desencadenó su rápida caída en desgracia.Sin embargo, lejos de admitir su engaño o mostrar arrepentimiento, Gibson reaccionó con evasivas y excusas que solo aumentaron la indignación en su contra.
Nacida en Tasmania en 1991 bajo el nombre de Annabelle Smillie, Gibson construyó una identidad plagada de inconsistencias.Sin embargo, registros muestran que en 2009, con 18 años, se mudó a Perth y comenzó a trabajar en una aseguradora de salud.
Fue allí donde comenzó a contar que padecía cáncer cerebral terminal, narrando su lucha en foros en línea con historias cada vez más dramáticas.En poco tiempo, acumuló cientos de miles de seguidores y se posicionó como una gurú del bienestar.
Con su creciente popularidad, en 2013 registró su empresa The Whole Pantry y lanzó su aplicación, que ofrecía recetas veganas y herramientas para un estilo de vida saludable.Poco después, Gibson firmó un contrato con Penguin Australia para publicar su libro, por el que recibió un adelanto de 132.000 dólares.
Pero más allá de su éxito comercial, lo que consolidó su imagen fue su supuesto activismo benéfico.En 2015, una investigación del Sydney Morning Herald comenzó a cuestionar la historia de Gibson.
Cinco organizaciones benéficas a las que supuestamente había donado declararon no haber recibido un solo centavo de ella.Días después, otro reportaje puso en duda su diagnóstico de cáncer. Médicos y ex amigos comenzaron a hablar, revelando que nunca había presentado pruebas de su enfermedad y que sus relatos eran inconsistentes.
Cuando la periodista Tara Brown le preguntó cuántos años tenía, su respuesta desconcertó a todos: “Siempre me han criado como si tuviera 26 años”.
En 2016, Consumer Affairs Victoria la demandó por engaño al consumidor. Gibson nunca se presentó a ninguna audiencia y fue declarada culpable de conducta engañosa.
Pese a la sentencia, Gibson se negó a pagar la multa. En 2017, se supo que vivía en un suburbio de Melbourne, donde sus vecinos la evitaban y sus antiguos amigos cruzaban la calle para no encontrarse con ella.
La historia de Belle Gibson es un recordatorio del poder de las redes sociales para construir y destruir figuras públicas.
Gibson lucró con una mentira, puso en riesgo la vida de quienes creyeron en su testimonio y rechazaron tratamientos médicos legítimos en favor de terapias alternativas.
Aunque el público sigue debatiendo si merece empatía o desprecio, una cosa es clara: su nombre quedará marcado como uno de los mayores fraudes de la era digital.
Fuente: telam