20/04/2025
Las dos caras del ex senador uruguayo Gustavo Penadés: prestigio político, fiestas en Punta del Este e imputación por delitos sexuales

Fuente: telam
El libro “Gustavo Penadés: dos caras de un hombre con poder” relata testimonios inéditos de abusos cometidos por el legislador del Partido Nacional durante 30 años
>Javier Viana bajó semidesnudo del auto. Llevaba puesto un arnés y un slip que apenas le cubría los genitales. Su cuello lo rodeaba un collar de perro y quien llevaba la correa era Gustavo Penadés. El hombre –que por esos años de la década del 90 daba sus primeros pasos en la política– se paseaba desnudo por la casa de Punta del Este en la que había organizado una fiesta. Se mostraba junto a Viana delante de sus amigos y ante otros jóvenes, que se tapaban la cara con un antifaz.
Viana habló por primera vez para el libro Gustavo Penadés: dos caras de un hombre con poder (Editorial Sudamericana), de los periodistas uruguayos Carolina Delisa y Martín Tocar. La publicación cuenta la historia de un político que tuvo un exitoso ascenso en la política uruguaya, que llegó a ser el senador de referencia del gobierno de Luis Lacalle Pou y que vio que su reputación se hizo añicos en marzo de 2023, luego de que una mujer trans lo acusara públicamente de pedofilia y explotación sexual.
Hoy Penadés está preso en una cárcel de Florida (un departamento en el centro-sur de Uruguay) donde aguarda el juicio de la La primera vez que fue a una fiesta así, Viana vestía pantalones ajustados negros, botas también negras y remera negra. Él, que tenía entre 17 y 18 años, no parecía ser el único adolescente que estaba en un lugar en el que vio todo tipo de excesos: juguetes sexuales, preservativos, lubricantes y hombres teniendo sexo sin pudor.Viana también relató episodios violentos. Cuando se conocieron le parecía una buena persona, pero luego empezó a degradarlo. Le decía: “Marica de mierda”, “sin mí no sos nada”, “nadie te va a querer”, “¿qué hombre te va a querer? ¡Ninguno!”. Una vez, le partió el labio de dos sopapos.
El relato de Viana es inédito: no solo porque el hombre haya enumerado abusos por primera vez a periodistas sino porque tampoco lo había hecho ante la fiscal que investiga el caso, Alicia Ghione.Pero los abusos relatados no son solo los de Viana. Siendo menor, Penadés abusó de una persona de nueve años; luego, contrató a un trabajador sexual que ahora es mujer trans que narró escenas de violencia. También presentó como pareja a una adolescente de 16 años y tuvo sexo a cambio de dinero con un joven de 17 que buscaba trabajo en el puerto de Punta del Este.
Las historias se relatan con detalles en el libro.23 días después de haber asumido como presidente de Brasil, Lula da Silva llegó a Uruguay y fue homenajeado en la Intendencia de Montevideo. Entre el público, estaba Romina Celeste Papasso, una militante trans del Partido Nacional que empezó a gritarle insultos al mandatario. En medio del revuelo que generó, escupió en la cara a una funcionaria de la intendencia y fue detenida por la Policía.Los comentarios de Penadés la enfurecieron y ella tomó la decisión de hacer una denuncia pública. En el programa Hacemos lo que podemos contó que cuando tenía 13 años –y todavía no había hecho la transición a mujer– un hombre la levantó en el Parque Batlle de Montevideo, la zona en la que está el Estadio Centenario. Después de recordar el episodio –y asegurar que se repitió– dijo el nombre: “Es Gustavo Penadés”.
Aunque su intención no era denunciarlo ante la Justicia, la fiscalía comenzó a investigar de oficio el caso. Y al testimonio de Papasso se le sumaron el de otros denunciantes. “Fue una bola de nieve cayendo libre y rabiosa desde lo más alto de una montaña”, comparan los autores.
La fiscal Ghione pidió desafuero del todavía senador Penadés para poder avanzar en el caso y en las pruebas. En el escrito que envió al Parlamento argumentando la medida, señaló que de las declaraciones surgía la existencia de delitos de explotación sexual de menores y daba detalles del modus operandi. “Los levantaba en auto por distintos lugares públicos, hace unos años atrás en Parque Batlle, ‘en la zona de los jueguitos o frente al gusano loco’; a otros en ‘la explanada del Palacio Legislativo’, y más recientemente en lugares como ‘una esquina cualquiera’ o en plazas públicas alejadas de las cámaras”, decía el documento.Después de la conferencia que dio el 29 de marzo de 2023 –en la que negó ser un pedófilo–, Penadés llegó a su despacho y se largó a llorar, revelan los autores del libro. Fue entonces que le dijo una frase a los dirigentes más cercanos: “Es el fin de mi carrera”.
Fuente: telam