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09/11/2024

El impulso de los votantes latinos abre un nuevo futuro para el Partido Republicano

Fuente: telam

Donald Trump ganó terreno con ese sector del electorado, dando al partido la esperanza de una nueva forma de ganar en una nación que se diversifica

>Los republicanos llevan más de una década haciendo sonar las alarmas sobre los límites de su partido, abrumadoramente blanco. Para seguir siendo competitivos para la Casa Blanca, advirtieron los estrategas, tendrían que atraer al redil a más votantes afros, latinos y de otras razas.

Su victoria sobre la vicepresidenta Kamala Harris fue decisiva, amplia y dependió de los votantes de las principales circunscripciones demócratas. Los resultados mostraron que Trump continuó su dominio entre los votantes blancos de clase trabajadora que impulsaron su ascenso político. Pero también logró modestos avances en los suburbios y las ciudades, y entre los votantes negros, y avances aún más significativos entre los latinos.

En un momento en que la nación está fuertemente dividida —sobre todo entre ricos y pobres, y entre los que tienen y los que no tienen título universitario—, incluso los cambios graduales bastaron para que Trump volviera al poder y se encaminara a ganar el voto popular. Los estrategas conservadores que han presionado al partido para que amplíe su atractivo señalaron los cambios como prueba de concepto. Los demócratas, que han confiado durante mucho tiempo en el apoyo de los votantes de las minorías, agonizaron ante las tendencias.

Hubo pruebas del avance de Trump en todo el país. En la comunidad del condado Fayette, en Pensilvania, con una población mayoritariamente obrera y a las afueras de Pittsburgh, Trump obtuvo casi el 70% de los votos, ampliando sus márgenes en unos cinco puntos porcentuales desde 2020.

A nivel nacional, los condados de mayoría hispana se inclinaron en promedio hacia Trump en 10 puntos porcentuales. Eso incluyó el condado Yuma, Arizona, de mayoría latina a lo largo de la frontera sur con México, donde Trump va camino a ganar por casi 30 puntos porcentuales.

Según sondeos a boca de urna y los resultados no oficiales, los votantes asiático-estadounidenses, quienes constituyen el electorado con derecho a voto de más rápido crecimiento del país, también parecen haberse alejado de los demócratas.

“La fuerza con la que Trump llegó a la tradicional coalición demócrata de votantes de color fue asombrosa”, dijo Daniel HoSang, profesor de Yale que ha escrito sobre el auge de las actitudes políticas de derechas entre los grupos minoritarios.

En el condado Wayne, Míchigan, que incluye Detroit, los resultados no oficiales mostraron que Harris había obtenido un 6 por ciento menos de votos que el presidente Biden hace cuatro años.

Y la participación disminuyó unos 6 puntos porcentuales en el condado Filadelfia, Pensilvania, según los resultados no oficiales. El total de votos de Harris disminuyó, mientras que el de Trump aumentó.

“La gente tiene una visión demasiado simplista de los suburbios”, dijo Patrick Ruffini, encuestador republicano que se ha centrado en el atractivo de su partido para los votantes negros y latinos.

No todos los suburbios están llenos de moderados blancos de ingresos altos que se resisten a Trump, sugirió. Añadió que esas zonas también albergan a muchos inmigrantes de primera y segunda generación a quienes molesta la inmigración ilegal.

Trump hizo hincapié en cambiar sus políticas para dirigirse a estos nuevos votantes republicanos, aunque no estaba claro cómo encajarían estas nuevas propuestas con los objetivos tradicionales del partido de reducir los impuestos a las empresas y a los ricos, y recortar la red de seguridad social.

Propuso eliminar el impuesto sobre las propinas, pero, como presidente, intentó facilitar que los empresarios se embolsaran las propinas de sus trabajadores. Dijo en campaña que aumentaría el número de deducciones fiscales, lo que socavaría directamente una disposición central de su ley fiscal de 2017. Prometió aumentar los puestos de trabajo en el sector manufacturero en todo el país, a pesar de que la industria recortó casi 200.000 posiciones durante sus cuatro años de mandato.

Daniel Quiñones, de 44 años, agente inmobiliario que también dirige una perrera en Allentown, Pensilvania, dijo que había votado por los demócratas la mayor parte de su vida. Este año, votó por Trump porque ahora considera que el partido “complace a la gente: sonríe, besa bebés, te miente en tu cara”.

El expresidente y su compañero de fórmula, el senador JD Vance, de Ohio, evitaron los esfuerzos tradicionales para llegar a los votantes de las minorías. La campaña cerró los “centros comunitarios” que el Partido Republicano había creado para entablar relaciones en las comunidades negra, latina y asiático-estadounidense. En su lugar, la campaña de Trump se centró en poner al candidato en las redes sociales de la gente, recurriendo a conductores de pódcasts, influyentes y artistas de hip-hop para difundir su mensaje.

Con más frecuencia, Trump invitó a los votantes latinos y negros a participar en su campaña de “nosotros contra ellos”, oponiéndolos a las élites, a los liberales desubicados y a los inmigrantes indocumentados que, según él, se llevaban “los empleos de las personas negras” y “destruían totalmente a nuestra población hispana”.

En un momento dado, el mes pasado, cerca de un tercio del presupuesto televisivo de la campaña de Trump se dedicó a un anuncio que jugaba con los prejuicios antitrans. La campaña emitió un anuncio similar en español y otro dirigido a los votantes negros.

“Kamala está con ellos”, decía el narrador al final del anuncio. “El presidente Trump está con nosotros”.

“Los votantes querían fronteras responsables y una economía que funcionara para ellos”, dijo John Ashbrook, asesor del comité independiente Preserve America, un comité independiente de campaña republicano que gastó más de 115 millones de dólares en los estados cruciales en la contienda presidencial.

El resultado estaba muy lejos del infame informe de la “autopsia” del partido tras la derrota de Mitt Romney en 2012, que instaba a los republicanos a adoptar políticas de inmigración más compasivas y vías a la ciudadanía para determinados indocumentados que ya se encontraban en el país.

“Todos los tonos más agresivos de la campaña de Trump en torno al género, la inmigración y la delincuencia parecieron ampliar eficazmente la base del movimiento MAGA”, dijo HoSang. “Los resultados cuestionan los fundamentos del liberalismo racial dominante desde el movimiento por los derechos civiles”.

© The New York Times 2024.

Fuente: telam

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