11/11/2024
Mariana Enriquez: “Como escritora soy relativamente joven, todavía puedo sacar 20 libros malos y tirar todo”

Fuente: telam
La autora argentina recibirá este martes el Premio Konex por sus libros de cuentos. Aquí dice que se trata de gran reconocimiento pero que no se siente “consagrada” sino en plena creación
>“El Konex no lo siento como una jubilación, eh”, va a decir enseguida Mariana Enríquez, en una charla telefónica con Infobae. Es que sí, la escritora argentina ya es “la reina del terror”, ya tiene muchísimos fans, y muchísimos de ello son muy jóvenes, esos jóvenes ya hicieron cola y pagaron entrada para escucharla leer en un teatro grande como el Coliseo, ya tiene más invitaciones que las que puede aceptar y premios de todos los colores por su literatura. Pero el Premio Konex, que recibirá este martes, es una especie de consagración. Eso, un premio consagratorio. Y aunque se lo dan por los cuentos, y no por la novela con que arrasó -Nuestra parte de noche-, a los 50 años, Mariana Enríquez parece estar por pasar de “joven promesa” a “escritora consolidada”. De eso hablamos:
-Ganaste un Premio Konex, ¿es un poco dejar de ser parte de “los nuevos” y pasar del otro lado?-A mí, te digo la verdad, me parece un poco temprano para tener un lugar consagratorio. Personalmente, digo, como escritora. Todavía que tengo un montón para escribir, y no solamente en cantidad sino ideas nuevas. No siento que ya conté todo lo que tenía que contar y no me siento desconectada con estos tiempos. Es un premio muy importante, lo tomo como un reconocimiento, pero no lo siento como una jubilación. ¿Me explico?-Que no siento llegué a ningún lado ni estoy tan terriblemente conforme con lo que hice. Como escritora soy todavía relativamente joven, así que puedo sacar veinte libros malos todavía y tirar todo...
-Sí, probablemente. Recibí, por ejemplo, un libro ilustrado de vampiros: nunca me ofrecen esas cosas. Quiero trabajar cosas que hacen los fans, o jugar con el fan art, cosas que tengan que ver también con los lectores. Pronto vamos a hacer una muestra de obras de fans en una galería de arte. Pinturas, dibujos, ilustraciones. Hay chicos que incluso hicieron jueguitos electrónicos. Títeres, escultura, arte textil. Eso está en marcha.
-No me estás hablando de literatura.-Vos, Samanta Schweblin, Gabriela Cabezón Cámara... ¿reconocés una generación?
-Sí, más allá de que te reconozcas o no, es un hecho. Con los escritores y escritoras que tenemos entre 40 y 50 y pico de años pasó algo. Que no tengo clarísimo qué es, pero somos una especie de “los hijos de los 70 y de los primeros 80″. Esa generación produjo muchísima cantidad de literatura y además una literatura con muchas influencias, influencias pop, de la literatura fantástica, también mucha literatura de terror. Es una literatura que rompe bastante, no tanto de forma sino bastante libre en su contenido, muy desprejuiciada.-El que rompe con eso es Bolaño, que ya presenta una Latinoamérica desde el lugar de él, que es un migrante en España. Sus textos incluso son muy fragmentados, hablando de política, pero también hablando de poesía, pero también hablando de fútbol, pero también hablando de pop. También Rodrigo Fresán, aunque sea menos leído. Abrieron un espacio y desde ahí... Hay gente como la española Laura Fernández, que escribe como Kurt Vonnegut y no tiene ningún tipo de intención de escribir como una escritora “española”. Y e literatura hoy hay países muy potentes, que a lo mejor no los tenías tanto en radar, pienso en la literatura contemporánea boliviana, que a mí me parece fantástica. O la de Ecuador. Hay algo en Cuba también. Y México, ni hablar.
-¿Y se comunican?-Hablabas de literatura rara, y pensaba que hoy la política tiene personajes “raros”.
-Claro, eso. Y además somos mitad analógicos, mitad digitales. Pasamos la mitad de la vida analógicos y aprendimos muchos lenguajes. Eso también me parece una cosa importante en cuanto a la subjetividad creativa. Yo, que me gusta la música, tuve, no sé, diez dispositivos diferentes de música en mi vida y los tuve que aprender a usar a todos.-Tenemos esa cosa desterritorializada, migrante en todo sentido. O sea, también migrar de formatos, de géneros. Tenés un escritor como Luciano Lamberti, por ejemplo, que te puede hacer una novela de terror súper potente, pero también te puede hacer Los abetos, que es una biografía de Samuel Beckett. Y no hay ningún tipo de contradicción.
-También trabajan en las universidades o dan cursos y talleres.-¿Es una pasión escribir? ¿Si es así, en qué se siente?
Fuente: telam