07/01/2025
Cómo el bullying juvenil forjó el carácter resiliente de Henry Cavill
Fuente: telam
Antes de conquistar Hollywood, el actor lidió con un apodo cruel, aislamiento y desafíos físicos, enfrentando su propia batalla hacia la autoconfianza
>La brisa salada de Nueva Jersey acariciaba su rostro cuando salía de casa, pero esa calma desaparecía al cruzar las puertas del colegio Stowe.“Me llamaban ‘Fat Cavill’, y era un apodo completamente justo”, confesaría años después en una entrevista con Daily Mail, referiendose al sobrepeso que tenía en su adolescencia, con un tono más resignado que herido.
Había llegado a mitad del primer semestre, lo que significaba que todos los demás ya habían formado sus grupos y alianzas. Era el chico nuevo. Para ellos era el chico diferente. Las bromas comenzaron casi de inmediato. “Los chicos populares tenían hermanos mayores que estaban destinados a liderar las casas, y yo era un obstáculo. Tenía ambición en mi vida y eso les molestaba”, recordó en dicha entrevista, con su voz pausada como si escarbara en recuerdos aún vivos.Henry, quien había sido un líder nato en su escuela primaria, en ese entonces era el blanco fácil en un entorno que no perdonaba las diferencias. Su apodo resonaba en los pasillos: Fat Cavill, lanzado con risas o murmullos maliciosos. No había golpes, pero las palabras dolían más. “Llamaba a mis padres entre lágrimas, un día sí y otro también, pidiéndoles que me sacaran de allí”, dijo en otra ocasión en una entrevista con International Business Times, mientras reconocía que esos momentos de vulnerabilidad no hicieron más que aislarlo más de sus compañeros.La relación con su cuerpo también se deterioró. Henry sufría de la enfermedad de Osgood-Schlatter, una condición común en adolescentes que provoca dolor e inflamación en las rodillas. Esto limitaba sus actividades físicas y lo alejaba aún más de los deportes, que eran el núcleo de la vida social en Stowe. “No podía mantenerme al ritmo social de los demás, así que comencé a refugiarme en la comida >Años después, Henry recordaría esos días con una mezcla de aceptación y lecciones aprendidas. “Gracias a que los chicos fueron tan crueles conmigo, aprendí mucho sobre las personas”, reflexionó en una entrevista con Daily Mail.Sin embargo, no guardaba rencores. Cuando habló con Daily Record, declaró: “No tengo resentimientos contra esos chicos. Su comportamiento me dio una perspectiva diferente que agradezco”. Sus palabras, dichas con serenidad, escondían el esfuerzo que le costó llegar a ese lugar de aceptación.
En Stowe, un día todo cambió. Henry se unió al Combined Cadet Force (CCF), un programa que simulaba la vida militar y que le dio estructura y disciplina. También encontró un refugio inesperado en la actuación, cuando un casting escolar lo llevó a interpretar pequeños papeles. “Por primera vez, sentí que tenía control sobre quién quería ser. Podía ser otro personaje, alguien fuerte, alguien que no era blanco fácil”, comentó en otra entrevista a The Guardian.Hoy, quienes lo llaman “el hombre más sexy del mundo” por sus papeles icónicos, no pueden imaginar al adolescente que caminaba cabizbajo entre las aulas de Stowe, con lágrimas contenidas y el apodo “Fat Cavill” resonando a sus espaldas. Pero Henry Cavill no olvida, y quizás esa memoria lo ha mantenido humilde, empático y agradecido por el camino recorrido.
Fuente: telam